Vivimos unos días locos en materia de fichajes, pero son un caldo de cultivo suficiente para evaluar lo que ocurrió hará dos temporadas, un 2 de diciembre de 2013 cuando la junta directiva decidió acabar con el contrato de Pepe Mel como entrenador del Betis, en contra de toda opinión de aficionado del equipo verdiblanco. En aquel momento, la discrepancia fue por los fichajes realizados el verano pasado, en los cuales, Pepe Mel dijo no haber tenido voz ni voto. Jugadores como Guillermo Sara, procedente del Atlético Rafaela, o Stephan Andersen, procedente del Charlton Athletic, demostraron no ser válidos para jugar en la liga BBVA, y la directiva dijo que era culpa de Mel no haber sacado todo el provecho de esos jugadores. Pues bien, el Betis, con Pepe Mel, vuelve a la liga BBVA, y ahora parece que el entrenador madrileño si tiene voz y voto. Analicémoslo...
Con Rafael Van der Vaart como principal reclamo publicitario (es más eso que otra cosa), el Betis está realizando una serie de incorporaciones que, desde nuestro punto de vista, son muy interesantes para un recién ascendido, y nos transmite la sensación de estar haciendo un buen trabajo de pretemporada. Dentro de la realidad de que los equipos se encierran y parapetan para preparar el comienzo de temporada, lo cierto es que sólo podemos analizar con capacidad crítica el trabajo en lo relacionado a incorporaciones y bajas. Y en este aspecto, insisto, nos da eso que se suele conocer como 'buen rollo'. Al fichaje de Van der Vaart, hay que sumar los de Petros, Tarek, Digard y Pezzella. Sin tener en cuenta vueltas de cesión como Salva Agra, los fichajes como tal, me parecen desembolsos muy inteligentes. Petros, con su polivalencia, es un jugador que ha jugado mucho en el Corinthians, y que, como todo brasileño, puede salir espectacular, o puede salir rana. Pero pocos brasileños se pierden por no valer para esto del fútbol. "Haberlos haylos" pero son los menos. Se suelen perder, más bien, por la falta de cabeza para administrar la situación de dar el salto a Europa demasiado jóvenes. Habrá que esperar a verlo de todas maneras. Tarek, central egipcio sin muchas opciones en Europa. Sólo pasó por el Wolfsburgo y no tuvo opciones de jugar en el primer equipo. Con 23 años, se trata de una apuesta de futuro del equipo verdiblanco. Digard, quizás sea la mejor de las incorporaciones (a la espera de ver la versión que muestra Rafael Van der Vaart), centrocampista de contención con buen desplazamiento de balón y entrenamiento táctico admirable. Personalmente me recuerda bastante a un clásico de la Ligue 1 de los últimos 15 años llamado Benoît Pedretti, y para un recién ascendido, es un fichaje bastante decente. Pezzella, central argentino de River Plate, no hace falta decir mucho más. Escuela argentina en lo que a defender se refiere, por lo que no deberíamos dudar de que se vaya a tratar, muy probablemente, de un valor seguro. 1,87 de altura y 24 años, bueno por alto, cubre su falta de velocidad con trabajo táctico nivel argentino.
Si a todo esto le sumamos los que ya están como Ruben Castro, Portillo, Xavi Torres o Adán, nos encontramos con un equipo que suma más efectivos, tanto ofensivos como defensivos, que muchos de los equipos que forman parte de la liga BBVA, en la que se espera que, un año más, haya oposiciones para descender a la liga ADELANTE. 3 puestos y unos 6 u 8 candidatos, como siempre...y entre los que creemos que no se encuentra el Betis. Porque a todo esto, hay que añadir las ideas de un entrenador al que le gusta jugar un fútbol alegre, sin mirar si el rival es mejor o peor, pero sí analizando sus puntos fuertes o débiles. Diferencia fundamental con el Rayo de Paco Jémez que, con todo nuestro respeto por darle alegría a la liga, lo cierto es que juega sin mirar contra quién, intentando explotar solamente sus virtudes, lo que, de toda la vida, se ha conocido como jugar 'a tumba abierta'. Pero eso es otro análisis, y además, siendo la primera vez en la historia del club de Vallecas que se mantiene 9 temporadas seguidas en primera división, no podemos más que admitir el éxito de un sistema peligroso de implantar y que nunca se nos ocurriría intentar si estuviésemos a cargo de cualquier equipo.
En resumen, Pepe Mel es un entrenador que nos gusta para ejercer su profesión en una división como la liga BBVA (no muchos tienen el privilegio de semejante consideración, ni siquiera todos los que, de hecho, entrenan en primera). A lo que sumamos una serie de incorporaciones de jugadores que, a priori, parecen jugadores válidos para jugar a este nivel. El cocktail resultante nos recuerda al que llevaban mostrándonos equipos como el Celta de Vigo durante los últimos años. Equipos que se ponen como objetivo la salvación cuando, por nombres, quizás algún medio de comunicación se atrevería a afirmar que puede aspirar a algo más que salvarse. Siendo discutible este último concepto, lo cierto es, que mientras se discuta si se puede aspirar a más, será factible la consecución del objetivo principal que, y que no se le olvide a nadie, en un recién ascendido no es otro que LA SALVACIÓN.
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