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jueves, 2 de julio de 2015

ARDA, HARTO DE CORRER



Es el titular que más veces hemos visto estos días con respecto a la salida del turco del Atlético de Madrid, y desde aquí nos preguntamos, ¿hasta que punto se puede hablar de una situación por la que un aficionado deba sacar pecho por su entrenador? ¿Es un éxito del 'Cholo' que los jugadores se vayan porque no quieren correr tanto? ¿o se trata de una falta de tacto y de 'saber hacer' con un cierto tipo de jugadores que, por otro lado, suele coincidir con los que marcan la diferencia sobre el verde? En estas breves líneas queremos exponer 'a grosso modo' las dos posturas con el fin de dejar al lector la última palabra al respecto
En primer lugar, sí, parece un éxito rotundo que un entrenador consiga que, un jugador de la plantilla diga públicamente que, aunque está involucrado a tope con el proyecto, no se ve capaz de aguantar el ritmo de exigencia física que propone el entrenador para cada partido. Es algo que honra a Arda Turan, por tener la nobleza y la humildad de reconocer que no puede con ese ritmo tan elevado de trabajo. Pero sobre todo hace grande la figura del 'Cholo' Simeone, por tratarse de una muestra empírica de lo mucho que pide de la plantilla. Es la máxima expresión de la idea de sacar el 150% de cada jugador. Y, por lo visto hasta la fecha, que un jugador diga que "NO PUEDO MÁS" es la mayor alegría y satisfacción que puede tener el entrenador atlético. Además, es la forma lógica y coherente de seguir con el razonamiento de que no es la mejor plantilla de Europa, pero que ese déficit se puede suplir con muchísimo trabajo (aunque como dijo el propio Simeone, tampoco hay 6 plantillas en Europa mejores). Y si quisieramos profundizar un poco más, también es cierto que, esta última temporada, el turco ha aportado mucho menos que años atrás y que, la repesca de Óliver Torres lo señalaba como principal damnificado en la escuadra rojiblanca. Era de esperar que si no salía Turan diciendo que se iba, el club habría salido invitándole a salir, entre otras cosas porque cobra como un jugador titular y el Atlético de Madrid no se encuentra en situación de mantener mucho tiempo un descuadre entre sueldo y rendimiento. Un 'caso Kaká' (nada descartable que ocurra con el gran ídolo de la afición Fernando Torres, el cual, no pasa precisamente por sus mejores años de fútbol) , aunque fuese a escala, podría dar al traste con los presupuestos del equipo de la rivera del Manzanares. Visto todo el caso desde esta perspectiva, el aficionado rojiblanco podrá (y deberá) estar orgulloso de su entrenador y sus jugadores.

Aquí vemos a Adebayo Akinfewa con sus 101 kg de peso
Pero existe otro punto de vista, quizás más criticado y mucho más peligroso por la facilidad con la que se puede caer en la llamada 'mano blanda' o complacencia de los jugadores. Es una realidad que los buenos jugadores buscan demostrar que lo son y no quieren hacer 12 km por partido para demostrarlo. Porque el futbolista no es un atleta, ni siquiera un deportista al uso. Quizás sea de los pocos deportes dónde se pueden encontrar casos como los de Peruzzi, Cassano, Ronaldo, Puskás o Weah. Sin ir más lejos, el año pasado se puso de moda un jugador por pesar 101 kg con 180 cm de estatura, y aun así ser capaz de jugar en la Championship inglesa llamado Adebayo Akinfenwa (foto de la izquierda). En el fútbol, la idea es ser capaz de hacer más con menos esfuerzo. "Éste es capaz de hacer un pase de 60 metros al pie sin despeinarse", "Aquél es capaz de correr todos los partidos más de 12 km sin romperse ni dar síntomas de estar agotado", etc... Tampoco se trata de la ley del mínimo esfuerzo pero, si es cierto que los jugadores quieren cada día, demostrar que son capaces de más con menos, porque así, demuestran implícitamente que, si dan el 110% serán capaces de mucho más. Y esta última idea es la que suele decantar el 99% de los fichajes: "Si es capaz de hacer esto en un entrenamiento, amistoso, equipo de calidad inferior, etc...que no hará con nosotros". Y todo éste espíritu choca de frente contra la idea del 'Cholo' de darlo todo aunque seas capaz de hacer lo mismo con menos esfuerzo. Eso, al entrenador del Atlético de Madrid, no le vale. Quiere guerreros espartanos, atletas, gente cuya principal virtud sea la de poner su propio cuerpo al límite de su resistencia. Esos son jugadores con la denominación de origen 'Simeone'. Pero, por desgracia, no suelen ser los jugadores que marcan las diferencias. La calidad individual, por regla general, es indolente, soberbia, y poco amiga del esfuerzo físico. Casos como el de Seedorf, Puyol o Arturo Vidal hay muy poquitos y quizás, Balotelli o Ibrahimovic nos caigan tan bien por tratarse de gente que va de frente y no intenta ocultar esa forma de ser tan peculiar de los genios de este deporte. La inmensa mayoría (como Arda) intentan ocultar esa forma de ser, pero a la hora de ponerse a trabajar de verdad, no les queda más remedio que quitarse la careta. Por tanto, si Simeone no quiere a este tipo de jugador y el Atleti no puede hacer frente al fichaje de esos limitadísimos recursos llamados Arturo Vidal, Carlos Tévez o Ángel Di María, ¿qué pretende el 'Cholo'?¿jugar con 11 jugadores como Gary Medel? Porque Arda ha sido el 2º (después de Mandzukic), pero es probable que Griezmann no tarde en coger el mismo camino. Y Óliver Torres detrás. Los jugadores con clase se cansan de correr. Y parece que Simeone no tiene aun muy claro como trabajar con esta idea.

En resumen, si por un lado es cierto que todo aficionado quiere que sus jugadores mueran en el campo, la realidad es que, si lleva a cabo la muerte por asfixia de los jugadores 'partido a partido', al final, los que son mejores se acaban cansando del sistema y buscan otros lugares donde jugar más a gusto. Y con 11 'corretones' lo más a lo que se puede aspirar es a no descender. Por desgracia, se trata de la mayor complejidad con la que tiene que jugar el estamento de las secretarías técnicas: CON LOS MALOS NO SE GANA NADA, Y A LOS BUENOS NO LES GUSTA CORRER.

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